Juego de roles. Semana III

Mi compañera Raquel, la "estratega" de esta semana, ha decidido asignarme el rol de "crítica", el cual desempeñaré con mucho gusto.

Hablaré de una noticia que he visto hace poco en los informativos: "La Bella y la Bestia" vetada en el cine por contenido homosexual. Tras los intentos de Disney por integrar a un personaje gay en su filme, la película no se emitirá en Alabama, y quizás en Rusia, por mostrar contenidos fuera de la Biblia y no cumplir la ley contra la "propaganda homosexual" que "protege" a los menores de este tipo de contenidos.

Las imágenes están lejos de ser escandalosas y solo se muestra una serie de flirteos por parte del personaje en cuestión, suficiente para dañar los sentimientos de la comunidad religiosa y de gran parte de la población que cree que los homosexuales son personas desubicadas y anormales. Buscando información sobre esta noticia, he llegado a leer comentarios referidos a estas personas que a mí personalmente me ponen los pelos de punta, desde "son varones pervertidos, engendros vergonzosos" hasta "no nos dejemos contaminar por el cáncer de la perversión homosexual". Parece ser que algunos siguen anclados a la Prehistoria haciendo creer que el hecho de que te guste una persona de tu mismo sexo es una patología. Señores, lamento decirles que es un hecho real y para nada patológico, les guste o no tendrán que aceptarlo. Comentarios totalmente desubicados a los que se enfrentan cada día estas personas, todos ellos sustentados por prejuicios y creencias que no tienen un mínimo juicio de la razón.

"Somos ante todo cristianos y no comprometeremos lo que la Biblia enseña". Estos son los argumentos que da la comunidad religiosa, principal defensora de que no se emita la película, también principal defensora de valores que no es capaz de llevar a cabo. En estas últimas semanas, el colectivo religioso ha aparecido en numerosas noticias de actualidad reivindicando derechos como la libertad de expresión y valores como el respeto. (Sí, me estoy refiriendo a los casos del autobús de "Hazte Oír" y a la polémica Gala Drag de Gran Canaria). Se quejan de que no hay consideración hacia la Iglesia, de que se les humilla y de que además no se les permite expresarse. Son principios que reclaman, ellos que dicen que la homosexualidad está fuera de lugar, ellos que tanto se argumentan con la libertad de expresión, pero que no permiten que aparezca una "escena gay" en una película.

En cuanto a la ley de Rusia en contra de la "propaganda homosexual" que "protege" a los menores, ¿proteger de qué?. No creo que el ser gay o lesbiana sea un hecho del que haya que proteger, al contrario. En la sociedad lo que hay que evitar son leyes como estas que más tarde desembocan en objeto de violencia y persecución, en los problemas de hoy en día de homofobia. Son tipos de legislaciones que provocan prejuicios en los menores, a los cuales con esto se les da a entender que la homosexualidad es algo malo y fuera de lo común.

Claramente lo que intenta esta película es ayudar a cambiar algunas actitudes y generar un progreso social. Será complicado mientras sigan predominando este tipo de pensamientos e instituciones, pero para nada será imposible. 



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